A continuación te ofrecemos una serie de meditaciones guiadas basadas en Mindfulness para que puedas practicar por tu cuenta.

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Para hacerlo, escoge un momento en el que no tengas apuros, y un lugar tranquilo y cálido. Prepara el lugar para que te sientas a gusto, puedes poner una música relajante si te ayuda.

 

También te recomendamos sentarte en el suelo con las piernas cruzadas (sobre un cojín ayuda a estar más cómodo) o en una silla procurando que la columna esté derecha, pero relajada, y el mentón levemente hacia adentro de forma que esté alineado con la columna. Relaja la mandíbula. Procura estar bien afirmado de la tierra, bien estable, ya sea con tus pies, si es que estás en silla, o con tus piernas si es que estás sentado en el suelo. Coloca suavemente tus manos sobre tus muslos o una sobre otra juntando levemente los dedos pulgares. Descansa la lengua en el paladar. Lo más importante de la postura es estar recto, pero relajado al mismo tiempo. La columna recta te va a ayudar a sostener la postura y el pecho relajado va a favorecer la actitud de apertura. Intenta no moverte mientras dure la meditación. Puedes cerrar tus ojos o mantenerlos semiabiertos descansando la mirada en un punto fijo.